No sé por qué pero la mayoría de las empresas para las que he trabajado tienen fascinación por comprar artículos promocionales, ¡es más! si no tienen les entra como taquicardia “¿cómo no voy a tener una sencilla pluma para regalar?” se sienten pobres y miserables si no tienen un chunche chino que regalar. Vamos a hacer un poco de memoria.

1999, las marcas estaban vueltas locas haciendo promoción, era la época dorada de los pepsivasos, o cocalindros o ya no me acuerdo, pero sacaban ediciones especiales y ahí nos tenían juntando puntos e intercambiando por cualquier cosa, claro los consumidores estábamos ávidos de que las marcas se comunicaran con nosotros ¿pero regalarnos? ahhhh porque sentíamos que nos regalaban, no y no, te explico:

Los puntos eran para asegurarse que habías consumido, no cualquiera tenía derecho a comprar el chunche chino, que dicho sea de paso, lo pagábamos. Me tocó ver el negocio de cerca, había tantas promociones que ya no sabías si vendían el producto per se o el artículo promocional, eso sí, nosotros encantados.

2004, el relanzamiento, como había sido un “boom” entonces hay que repetir… y con la novedad que no, ya no estábamos dispuestos a pagar -si recorto- pero no te pago… las marcas se hicieron de la vista gorda y aceptaron, algo se tramaba el consumidor.

2009, algunas marcas se arriesgaron a hacer promociones con artículos de más calidad, el problema es que el consumidor ya había recapacitado: “A ver marca, si me vas a regalar algo ¿por qué le pones tu logotipo? ¿que no es un regalo? ¿me estás condicionando?” ¡bingo! ahora no querían los artículos rotulados ¿entonces?, algunas marcas entendieron y dijeron ¡va! okey, te estoy premiando por tu lealtad “tienes razón, aquí está tu regalo limpio de marca, gracias ehhhhh”.

2013, ¡No gracias! ¡que no gracias! ahora el consumidor no quería regalos inútiles, “si no te lo pido no lo quiero ni regalado” ¿se acuerdan? los consumidores simplemente alzamos la nariz para decir no.

¿Por qué entonces las empresas insisten en regalar artículos promocionales?

Te tengo noticias: Tus clientes no quieren regalos inútiles ¿sabes qué quieren? ¡servicio! que les cumplas bien y de buenas por lo que te están pagando y si les das precio ¡mejor!, tu cliente sabe que ese artículo que amablemente le estás regalando ¡él lo pagó! y ya no quiere ver cómo desperdicias tus utilidades, te puedo jurar que cada vez que regalas algo inútil piensa “¿por qué gastan en esto? mejor que me de un descuento”; de verdad te digo: Deja de regalar o por lo menos considéralo ¿el artículo promocional realmente causará una reacción en tu consumidor? ¿o provocará una conversación? ¿algo? justifica claramente el uso de artículos promocionales y si no encuentras una razón lógica, por favor deja de tirar tu dinero a la basura, no va a pasar absolutamente nada si no regalas una pluma, te lo juro por mis hijos.

Recuerda que los artículos promocionales deben de tener un propósito, si vendes papas ¡regálales un cortador de papa! agrega valor y busca siempre generar una experiencia.

Ahora:

Tip de último minuto: Si vas a obsequiar globos, por favor que sean con helio, no hay nada peor para un niño que un globo con popotito, de verdad, no lo hagan.

¡Vivan los globos con helio! he dicho.

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