Todavía no terminamos de entender Twitter cuando nuestros hijos ya empezaron a migrar en estampida de Facebook rumbo a Instagram huyendo de los comentarios de mamás, tías, abuelas, cuando aparece Snapchat. Pareciera interminable la aparición de nuevas redes sociales.

Incluso para los que nos dedicamos a esto, nos parece un mundo de cosas por atender ¿cuál usar y para qué? Yo por ejemplo tengo mis reservas con Snapchat, me rebasa la edad.

Ayer platicando con mi hija, debatíamos sobre un blog que ella quiere hacer, yo le explicaba de qué se trataba cuando de repente me dice “bueno, mientras podría usar Wattpad”. Me quedé muda un ratito ¿cómo es posible que ella sepa de una app y yo no? ¿está usted de acuerdo que día y noche investigo sobre nuevas plataformas? ya que terminé de asimilar en silencio le pregunté ¿tú la has usado? “si mamá, yo leo muchas cosas ahí”. Mientras respondía yo descargaba la aplicación a velocidad luz para estar actualizada.

Con todo este asunto de la comunicación vía Internet, he tratado de educar a mis hijos en el tema, cómo conducirse correctamente, qué no hacer y a dónde -definitivamente- no pueden tener acceso; pero convengamos que en cualquier parte donde van hay Internet y no tenemos control sobre eso.

No podemos aislar a nuestros hijos porque eventualmente estarán on line. Seguí investigando, ya sabe… las mamás “metemos aguja para sacar hebra”. “Mamá quiero preguntarte algo” ella conoce mi trabajo, me ha escuchado hablar de redes sociales entonces goza de información de primera mano.

Estaba confundida porque está siguiendo a una niña que tiene alrededor de 200 seguidores en Instagram pero cuando sube fotos tiene 1000 likes ¿cómo es posible? “mamá ¿por qué compran seguidores?” ¡¡¡¿¿¿qué qué, what????!!! ¿cómo? “sí mamá, he sabido de niñas que compran seguidores” ¿usted había escuchado algo así?, le expliqué que mucha gente con baja autoestima necesita validación por medio de likes para sentirse bien. Para alimentar su ego, le juro que sentía que caminaba sobre arenas movedizas ¿qué decirle? “mamá ¿por qué sus papás le dan permiso?” y ahí caí en cuenta.

¿Cómo se van a dar cuenta los papás si no participan en redes sociales? ¡simplemente es invisible para sus ojos! igual que me pasó a mí con esa app que me mencionó ¡y hay millones! ahí es una buena justificación del por qué tenemos que quitarnos el “es que yo soy cero tecnológica”.

Si yo le digo que su hija está comprando likes porque se siente insegura, entonces ahí si se va a preocupar por aprender de qué se trata ¿se da cuenta?

Y no, no es cuestión de alejar a los niños y adolescentes del Internet porque vivimos en un mundo conectado, por más controles que uno tenga en casa, filtros para contenidos apropiados, restricciones de edad para abrir cuenta en redes sociales, por más precauciones, van a ir a casa de un amiguito que tenga Internet abierto.

En resumen:

No podemos encerrarlos en una burbuja por más que queramos. He leído muchas opiniones y debates al respecto “mis hijos no tienen Facebook” -no que usted sepa- claro que los chamacos se van a conectar ¡por supuesto! hay que agarrar el toro por los cuernos platicar con ellos y educarlos, esa es la clave y tiene usted que meterse en ese mundo porque ahí están sus hijos conviviendo, relacionándose o comprando likes ¿o no le gustaría saber? Todas las escuelas deben integrar este tipo de educación para papás y para los hijos, créame, no hay de otra.

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