La semana pasada asistí al 3er encuentro de mujeres emprendedoras en turismo en la Ciudad de México. El asunto es que me tocó asistir a la conferencia de la Sra. Gina Diez Barroso. Es una de las dos mexicanas pertenecientes al C200, que son las 200 mujeres líderes empresariales del mundo ¿qué escuché, qué me gustó?

La señora viene de familia sin ningún problema económico, su segundo apellido es Azcárraga; convengamos que ella pudo quedarse a la sombra y protección de la empresa familiar.

Es bien fácil dejarse atender; “tenía un problema legal, mándenlo al Jurídico” contaba ella, ya quisiera yo tener ese respaldo. Así gritar: Guardiasssss y todo solucionado.  Sin embargo, ella decidió emprender, salirse de su zona maravillosa de confort.

Su primera empresa con solo 3 empleados, ahora tiene 600.

Otra de las cosas que mencionó fueron los centros de ayuda a las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar. Las reciben 4 meses con todo e hijos, les ayudan a salir de la crisis con terapia, capacitación, les buscan empleo y dependiendo de la situación, hasta les tramitan una nueva identidad.

¿Qué necesidad de la mujer de andar en estos menesteres? pudiéndose ocupar de la nueva colección de Gucci o viendo dónde más ponerse colágeno. Qué ridiculez andar de hermanita de la caridad ¿no? Bueno. Así piensan muchas empresarias y empresarios. Solo llevan agua a su molino y conozco varios.

Una mujer como ella o como cualquier otra en la escala que quieran, con las posibilidades de acuerdo a cada quien, que se preocupe no solo por sus propios colaboradores. Sino por aportar algo para mejorar nuestro país es digna de admiración.

Por último, la señora fundó una universidad especializada en los campos de las artes ¡música para mis oídos! Es que usted no lo sabe pero las palabras “creatividad” y “empresarial” rara vez aparecen en la misma frase. ¿Cómo hacer a un creativo empresario?: En ese centro.

Ahora, también dirigió su atención al empoderamiento de la mujer, fundó Dalia Empower. Próximamente nos dará de qué hablar, dijo que no se puede empoderar a una mujer llamando al 01800-empoderame. Encontró la forma de hacerlo y dijo que en enero nos tenía noticias, obvio ya me anoté. Cualquier cosa que ayude a las mujeres ahí voy a estar colaborando (de metiche que no fuera).

Quise hoy tocar este tema a propósito de escuchar a esta señora, pero también había escuchado a Eufrosina, a Malala y a tantas otras señoras que me permiten colaborar localmente con ellas.

Su común denominador es hacer un mundo mejor, poner un granito de arena; por eso me enoja muchísimo ver a empresarias y/o empresarios que teniendo en sus manos la posibilidad de transformar vidas no lo hagan. Muestran su egoísmo sin darse cuenta, ayudan a medias y bien cacareado. Así como cuando un granjero maicea a las gallinas.

Entonces cuando tengo la oportunidad de conocer a personas como ellas. Sin ninguna necesidad más allá de la de querer hacer un mundo mejor, pues se los tengo que platicar.

En resumen:

Necesitamos sumar personas que piensen más en el prójimo y menos en Ferragamo, de verdad, si puedes colaborar en algo, en lo que sea, hazlo.

* La autora es estratega de marketing, director de Adirektiva, miembro de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias.

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