Vivimos tiempos fascinantes (y un poco distópicos). Las redes sociales, diseñadas para conectar humanos reales, se han transformado en un circo digital donde conviven influencers de carne y hueso con sus versiones sintéticas, métricas infladas y audiencias tan reales como un billete de 3 pesos.
Hoy, los algoritmos no solo determinan qué vemos, sino quién lo dice. Influencers generados por IA, contenido producido por máquinas y hasta audiencias completamente falsas son ya el pan de cada día. ¿El resultado? Plataformas que pagan por contenido que tal vez nadie ve realmente, pero que acumula likes por montones. La pregunta no es solo qué harán las plataformas, sino cómo sobrevivirán las marcas en un ecosistema donde la autenticidad parece un chiste.
Los Influencers Generados por IA: Carisma Perfecto… y Vacío
Un ejemplo icónico es Lil Miquela, el influencer virtual con más de 2.8 millones de seguidores en Instagram. Creada por la empresa Brud, esta joven eterna y sin estrés promociona marcas como Prada y Chanel con más entusiasmo que un vendedor de tiempos compartidos. Al principio, todos pensaron que era real; cuando se reveló que no lo era, ganó aún más seguidores. (¿En serio? Sí. Así estamos).
Lil Miquela es una máquina de consistencia. Publica sin cansancio, jamás tiene un mal día, y su feed parece el sueño húmedo de cualquier agencia de marketing. Su existencia nos lleva a una gran reflexión: ¿realmente nos importa si alguien es humano mientras publique fotos bonitas y diga cosas inspiradoras?
-Mientras Lil Miquela posa para Prada, yo aquí lidiando con mi humana imperfección y un algoritmo que ni me muestra sus publicaciones.
Contenido Generado por IA: Más Barato, Más Rápido… ¿Más Desalmado?
Las herramientas como ChatGPT y DALL·E están democratizando la creatividad (o eso dicen). Cualquiera puede generar guiones, imágenes e incluso videos en minutos. Por ejemplo, Heinz hizo una campaña con imágenes generadas por IA para explorar cómo las personas visualizan su marca. Y, sorpresa, la IA supo capturar perfectamente la esencia de Heinz: ketchup rojo y felicidad embotellada.
Ahora bien, mientras algunas marcas optimizan costos y tiempo, otras se enfrentan al lado oscuro de la IA. La misma tecnología que crea contenido mágico también puede generar desinformación en forma de imágenes y videos falsos tan realistas que deberían venir con un disclaimer. Plataformas como TikTok y YouTube ahora invierten millones en detectar qué es real y qué no. En estos tiempos, es más difícil saber si algo es auténtico o si los algoritmos simplemente están haciendo su magia.
Audiencias Falsas: Aplausos de Bots
¿Te has preguntado quién comenta “🔥🔥🔥” en cada publicación? Probablemente un bot. Millones de cuentas falsas inflan métricas de engagement, y marcas felices pagan por llegar a estas “audiencias”. Mientras tanto, Elon Musk, en su cruzada por eliminar bots de Twitter (ahora X), introdujo verificaciones y suscripciones para combatirlos. Spoiler: todavía hay más bots que humanos en esa plataforma.
El problema aquí es que las métricas se vuelven tan vacías como los discursos de algunas campañas políticas: muchas cifras, poco impacto. Las marcas intentan desesperadamente distinguir entre humanos y algoritmos. (Pro tip: si el comentario tiene demasiados emojis, probablemente sea falso).
Las Marcas: Entre lo Real y lo Artificial
¿Y las marcas? ¿Qué hacen mientras este caos se despliega? Aquí algunos ejemplos:
1. Patagonia y la Autenticidad
Patagonia sigue apostando por lo humano. Sus campañas no necesitan IA porque tienen empleados reales trepando montañas y salvando al planeta. Lo irónico: mientras ellos muestran lo real, otros trepan métricas con bots.
-En Patagonia, los humanos trepan montañas. En otras marcas, trepan sus KPIs con cuentas falsas. Prioridades, ¿estás de acuerdo?
2. Nike y la Personalización con IA
Nike usa IA para conectar emocionalmente con los consumidores. Su reciente experiencia de “diseña tu sneaker” generó un engagement real, demostrando que, si usas IA con propósito, puedes ganar sin caer en métricas vacías.
3. TikTok y la Transparencia
TikTok está mostrando cómo modera contenido a través de su “Transparency Center”. Aunque, siendo honestos, ¿cuántos usuarios leen esos informes?
¿Y el Futuro?
El impacto de la IA en redes sociales es un arma de doble filo. Por un lado, revoluciona la creatividad y optimiza procesos; por otro, introduce desafíos éticos que ni las mejores métricas pueden ocultar.
¿Estamos listos para un mundo donde nuestra influencer favorita no tenga pulso, pero tenga más carisma que nosotros? Donde las métricas sean un espejismo y la creatividad venga de algoritmos y no de almas humanas.
Lo único claro es que, en este circo digital, el espectáculo apenas comienza. Así que, mientras la IA redefine redes sociales, las marcas tendrán que decidir si quieren ser los domadores o simplemente otro malabarista más.