“El halloween es del diablo”. Repita 500 veces, rece si le cruzó la idea por la cabeza de disfrazarse de otra cosa que no sea catrina. Por favor abstenerse de llevar a sus hijos a pedir dulces. ¿Que es lo que a usted le pasa? ¿Qué no sabe lo que el halloween significa? Por Dios! que inconsciencia la suya.

“Mamá, si seguimos a este ritmo, nadie va a celebrar halloween” fué el comentario de mi hijo.

He pasado 3 días pensando si escribo al respecto o no. Ya saben. Meterse en religión, política o fútbol es cosa de pensarse dos veces, así que lo pensé tres y aquí mi opinión MIA DE MI. Si Ud. es fanático religioso, creyente abnegado y cree que yo soy la reencarnación de satanás. Abandone la lectura ahora. Si ud. cree sano leer opiniones variadas, entonces bienvenid@.

-Hijo, hay que respetar las creencias de las demás personas. La paz consiste en entender que hay gente que piensa distinto a nosotros.

“Mientras eso no me afecte” fue la respuesta de Emilio.

Antes de determinar mi criterio al respecto, pregunté a varias personas su opinión acerca de la celebración específica del Halloween; una respuesta repetitiva fue “todo lo que le robe la atención a Jesús es del diablo”. Es decir, hay todo un marketing en contra de las celebraciones que no sean mexicanas. Está de moda, evitar a toda costa el trick or treat. Insisto, mi opinión es con todo respeto.

Halloween

A mi en lo personal me encanta disfrazarme. Nada encuentro mas divertido que todo el asunto de las caracterizaciones con mis hijos. Matilda quería disfrazarse de conejo “pero no das miedo” dijo Emilio, “si alguien me dice algo, me haré la muerta, para dar miedo”.

Estuvimos planeando los disfraces. Al final fue un pretexto para mi el divertirme con ellos, el objetivo final de toda mamá es que los hijos sean felices, entonces…¿es malo disfrazarse? ¿es malo divertirse con los niños?, en casa no se habla del diablo. El halloween es solo una fiesta de disfraces para nosotros. No encuentro un motivo oculto. Sí, lo sé. Estoy agitando aguas peligrosas, pero piensen en esto.

Día de muertos

El día que el papá de mis hijos llegó a vivir a México (argentino de nacimiento), mi hermana le regaló una lindísima catrina, ya que cumple años precisamente el 2 de noviembre, tal fue su asombro, que me preguntó “¿es algún tipo de magia negra?”.

Yo caí en cuenta de la percepción nada grata que tiene un extranjero al enterarse que los mexicanos ¿que creen? celebramos a los muertos. Si, parece una suerte de vudú, o algo así escalofriante nada bonito. Aceptémoslo, tampoco estamos completos. Ahora, imaginen que nuestros vecinos del norte, o los irlandeses, empiecen a tacharnos de diabólicos. Bueno con todo lo que está pasando en nuestro adorado México. Pareciera una soberana burla celebrar justamente a los muertos.

Las Piñatas

Olviden la fiesta maravillosa y los dulces. Imaginen por un momento lo que un extranjero piensa de que los mexicanos, COLGAMOS de una cuerda al personaje favorito de nuestros hijos: una princesa por ejemplo -de Disney- (aclaro que es una princesa NO mexicana), y se les incita a los niños a golpear violenta y despiadadamente con un palo, hasta sacarle las tripas a su personaje favorito ¿escalofriante no?

La Navidad

Es el ejercicio de marketing más exitoso de todos los tiempos, y para su información, el «santa» que hoy conocemos, gordito pachoncito con outfit rojo, fue un acertadísimo invento de Coca-Cola. Que por cierto, tampoco es mexicano.

Pocos viven la Navidad como debe de ser (confieso, yo tampoco). La Navidad es para mi una época de reunión familiar. De recordar que el amor y la paz es lo más importante, y que los regalos traen felicidad; si alguien quiere debatir esto último, lo invito a privar de regalos a sus hijos y a que nos cuente como se desbordó de felicidad su hogar (suerte con eso).

El Ratón de los Dientes

También hay versión «hada», pensemos. Así bien conscientes: un ratón que se sube a la cama de nuestros hijos, se roba el diente y le deja dinero. Bueno pensándolo bien, si deja dinero no se puede catalogar como robo. Entonces es una deliberada compra-venta con el debido consentimiento de nosotros los padres. A que nuestros hijos lleven a cabo con una parte de su cuerpo. Eso es más diabólico y antihigiénico.

Y así puedo seguir unas tres cuartillas más. Porque no he tocado el tema de Juan Diego. Los tres reyes magos, ni Semana Santa. Pero ya se pueden imaginar el rumbo de mi opinión.

Creo que cada quien tiene derecho a celebrar o a creer en lo que mejor le venga en gana. Siempre y cuando respete la opinión de los demás; para mi lo más importante es que mis hijos sean felices y si decido disfrazarme en Halloween y pasármela divinamente con mis hijos tengan la delicadeza de no intentar un exorcismo.

Nadie tiene la verdad absoluta. Mientras tanto sean buenas personas y diviértanse, que venimos a esta vida a ser felices.

*Reza 3 padres nuestros y ahora…¡publicar!

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